Creamos oportunidades para productores en desventaja económica. Y lo hacemos con el aliento de la generación de múltiples alianzas y relaciones con artesanos y sus familias. Estas relaciones fortalecen en paralelo el trabajo de los artesanos y el de Táabal resultando una ecuación de ganar-ganar que retribuye equitativamente a ambas partes.
En la historia del proyecto, no ha habido día que no tengamos contacto directo con los artesanos, tejedoras principalmente, que colaboran directa e indirectamente con los productos que Táabal comercializa. Esta relación inicia con la búsqueda de talento en las comunidades, dicha búsqueda es ardua ya que como principio buscamos en los núcleos familiares y vecinales con el fin de establecer en ellos un eje de crecimiento, aprendizaje y desarrollo focalizado.
El primer paso es capacitar y explicar los mecanismos de la marca para que tengan claro que su participación es primaria. Damos a conocer los estándares de calidad y establecemos los mecanismos y tiempos para llegar a ellos a través de la propia capacitación, la renovación de herramientas, el mejoramiento de condiciones de trabajo y el intercambio de conocimientos con otros grupos que aportan nuevas técnicas y conceptos.
Así inicia un campo de oportunidades para quienes en su actividad familiar y con el conocimiento adquirido generacionalmente se habían mantenido lejanos a un mercado artesanal nacional e internacional.